Por Mtro. Alberto Faz Mendoza

Definir los objetivos empresariales siempre es un reto. La gestión empresarial requiere de convicción y esfuerzo. Ningún negocio es capaz de mantener el éxito sin definir una o más estrategias apoyadas de objetivos claro y realizables.


En esta entrega hablaremos de la importancia de definir objetivos que contemplen el contexto, para que sepas por dónde iniciar y cómo plantear objetivos SMART (acrónimo que en inglés significa ser específico, medible, alcanzable, relevante y de
con tiempos límite).


Los objetivos SMART o inteligentes son los enunciados que describen a dónde quiere llegar una empresa, de manera estratégica apoyan a diferenciar los objetivos eficaces de aquellos que no lo son.


La metodología SMART es útil para incrementar tu visión empresarial, mejorar la planificación del negocio, enfocarte en lo más importante, controlar mejor las operaciones, mejorar la comunicación, gestionar eficazmente el tiempo, impulsar a la
fuerza de ventas, implementar la mejora continua e incrementar la rentabilidad del negocio.


Ser específico (Specific) te permite definir qué es lo que quieres conseguir en tu área de enfoque, por ejemplo, un objetivo del área de ventas.


Medible (Measurable) integra qué indicadores se pueden usar para medir la eficiencia, significa escribir metas cuantificables en ese rubro, en el ejemplo de las ventas sería: aumentar las ventas en un 50 por ciento.


Alcanzable (Achievable) representa el nivel de objetividad respecto a la posibilidad de alcanzar el objetivo de acuerdo con la situación externa e interna de la empresa. Siguiendo el ejemplo se define: aumentar las ventas en un 50 por ciento apoyados en nuestro producto estrella.


Relevante (Relevant) describe el nivel de interés que tiene el objetivo para tus clientes y para la empresa. Por ejemplo: aumentar las ventas en un 50 por ciento apoyados en nuestro producto estrella impulsando el lanzamiento de nuevos productos.


Tiempo límite (Time-bound) responde a la pregunta de cuándo se deberá conseguir lo planeado. En nuestro ejemplo se completa así: aumentar las ventas en un 50 por ciento apoyados en nuestro producto estrella impulsando el lanzamiento de nuevos productos en doce meses.


El ejemplo se presenta con fines pedagógicos y prácticos. Como empresario deberás definir los objetivos del negocio con mayor exactitud, claridad y habilidad.


Para definir un objetivo específico incluye qué y cómo quieres realizarlo, quiénes serán los responsables y hacia quiénes se dirige el objetivo. En seguida, lo más sencillo es basar los avances en términos porcentuales ya que no hay objetivo que se cumpla de 0 a 100 por ciento de manera inmediata.


Te aconsejo que establezcas indicadores que te ayuden a analizar el cumplimiento en determinados periodos. Para que sean alcanzables define los pasos siguientes con los recursos actuales, el nivel de talento que posee tu equipo y la tecnología disponible, examina las tendencias y el mercado.


La relevancia la obtendrás al revisar las oportunidades y estudiar la información para decidir. La temporalidad se define de manera general, parcial y diaria, de tal forma que los objetivos sean rastreables en el tiempo.


Finalmente, de nada sirve definir los mejores objetivos si no tienes herramientas de seguimiento que te permitan cumplirlos. Registrar, gestionar y documentar tus avances te permitirán alcanzar con éxito tus metas. Si no sabes cómo, una asesoría empresarial es de gran ayuda.

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