Por MMT. Alberto Faz Mendoza

Los motivos para iniciar una empresa son muchos. Algunas personas sueñan con ser sus propios jefes, otros intentan convertir sus hobbies en negocios rentables. Muchos buscan expresar su creatividad o bien hacer dinero como recompensa a su arduo trabajo. 

Es bien sabido que las personas que deseen emprender deberán tener ese espíritu y valentía de dejar un empleo remunerado para lanzarse a lo desconocido, enfrentar el futuro con incertidumbre, pero con la esperanza del éxito.

Más allá de las razones para emprender, una de las cualidades del emprendedor es su voluntad para correr riesgos. Sin embargo, esos riesgos deben ser calculados mediante un plan de negocios bien estructurado, detallando la idea de negocio, la investigación de mercado que lo fundamenta, una descripción clara de las actividades operativas y de mercadotecnia y proyecciones financieras objetivas.

Todos los negocios empiezan siendo una idea. Es lo que sucede con esa idea lo que determina el éxito de una empresa. Según la revista Entrepreneur, cerca de la mitad de las nuevas empresas fracasan antes de los primeros tres años. 

Uno de los factores para prevenir ese fracaso es identificar una brecha de mercado, combinada con una dosis de espíritu emprendedor, y suele ser todo lo que se necesita para lanzar un nuevo negocio. En ese sentido, encontrar una brecha en el mercado con una mínima competencia es el tesoro de la estrategia de posicionamiento.

Ahora bien, sin importar si la empresa esté consolidada o en su fase inicial, su ventaja competitiva es un factor estratégico. La tarea es establecer, comprender y proteger la ventaja competitiva y la única forma de hacerlo es estudiando a los competidores. Cómo percibe el mercado a la competencia; cuáles son sus fortalezas y debilidades; sus productos son sustitutos o competencia directa; tener esta información es primordial para tomar decisiones de negocio.

El Análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) es la herramienta más popular y creativa para evaluar la posición actual de una empresa e imaginar posibles posiciones futuras. Cuando se ejecuta bien, el análisis FODA informa aquello que la empresa hace mejor que sus rivales y viceversa, los cambios necesarios para minimizar las amenazas y las oportunidades que la empresa puede aprovechar como ventaja competitiva.

Para lograr el éxito, especialmente en sus primeras etapas de crecimiento, una empresa debe sobresalir y requiere diferenciación en producto, servicio, proceso o marketing. Sin embargo, la diferencia puede ser copiada fácilmente por los competidores. La diferencia perdurable solo se puede mantener a través de una propuesta de venta única. Solo así las empresas realmente se destacarán en el mercado.

Si bien las diferencias no tienen que ser tangibles, la evidencia muestra que una propuesta de venta emocional suele ser suficiente, el desafío para las empresas es que los puntos de diferenciación deben ser genuinos y creíbles.

Sé el primero o sé el mejor. Es importante que una empresa sea la primera, la segunda o la última en llegar al mercado; pero es más importante que los productos o servicios de una empresa sean los idóneos para ese mercado, y que además cumpla las promesas de la marca.

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