Por: MMT. Alberto Faz-Mendoza

CEO en KODEM Consulting Group.

¿Cómo inicia una idea de negocio? ¿qué es lo que impulsa a una persona a emprender? La vocación empresarial es uno de los conceptos más estudiados por lo teóricos de la administración. Un empresario tiene a la venta un servicio o un producto que le soluciona aluna necesidad o deseo a otra persona: el prospecto, quien está dispuesto a pagar por esa solución.

El empresario y su prospecto han de comunicarse para establecer la relación. Uno de los mayores obstáculos que tienen los empresarios para ser prósperos es construir un mensaje claro para comunicarse con el mercado. Lo anterior es la primera regla de un emprendedor exitoso: Definir un mensaje claro.

Poner en marcha un negocio es una tarea compleja, implica una cantidad enorme de tareas que, en ocasiones, supera las capacidades del emprendedor. Con frecuencia su atención se distrae y pierde el enfoque en actividades poco relevantes.

Uno de los errores frecuentes es no conocer con certeza a su público objetivo, que es donde está su cliente. Esta situación provoca que se pierda el mensaje en el camino, al no estar dirigido a las personas con las características correctas, el problema radica en creer que se sabe quién es cliente, sin validarlo con herramientas de investigación de mercado. La regla número dos es: elegir el mercado apropiado.

Los tres aspectos primordiales para iniciar una campaña son el mensaje, mercado y medio. Es vital la concordancia entre los tres elementos, si alguno falla, toda la estrategia fracasará. La tercera regla es elegir de manera apropiada el medio por el cual se buscará que el mensaje llegue al público correcto.

A pesar de la relevancia actual, internet no es el único medio. Los medios usuales como la radio, prensa, televisión, volantes, y publicidad en áreas públicas seguirán siendo efectivos siempre y cuando los clientes estén ahí. Es importante mantener una apertura a las alternativas y realizar una mezcla de medios bien planeada y ejecutada.

La actividades de mercadotecnia podrán atraer prospectos, convertirlos en clientes, hacer que esos clientes compren cada vez más y con más frecuencia y lograr que les recomienden a otros prospectos. Sin embargo, lo verdaderamente difícil es mantener a esos clientes.

Siendo emprendedor deberá construir relaciones a largo plazo con sus clientes, y para ello hay que cambiar de mentalidad. La cuarta regla es: pensar como empresario. Velar por los intereses del cliente, centrar su oferta en la calidad en el servicio y en un producto excepcional, hacerlo de manera honesta y real, transmitir el mensaje de que lo importante es la relación con sus clientes y no meramente una transacción monetaria.

Ahora bien, incrementar las probabilidades de éxito al emprender implica también analizar a la competencia y ver qué es lo que hacen, cómo lo hacen, y cuáles son las cualidades que le definen. Cambiar el paradigma de revisar a los competidores es una de las trabas más complejas de derribar en la mentalidad del empresario.

Mirarse en el espejo requiere una enorme valentía y es un ejercicio de humildad. De ella se desprenden actividades como analizar los procesos y revisar si están sistematizados. Documentar los procesos y sistematizarlos asegura el estándar en la calidad tanto productiva como del servicio. Es la quinta regla para emprender: Crear sistemas que sean siempre efectivos.

Las reglas descritas en esta entrega son solo el inicio de la ruta que toda persona emprendedora debe cumplir si acaso desea tener posibilidades de éxito en un mundo donde los negocios cada vez son más difíciles de mantener. La vocación emprendedora mueve la economía de una región y con ello contribuyen de manera eficaz a la movilidad social.

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